¡Lo que hacía que no preparaba una pizza en casa! Y que no la comía, porque como ya os he dicho, este año con el tema de la boda hemos dejado de lado los deliverys y sólo en caso de gula máxima me pongo manos a la obra en casa.
Y eso fué lo que pasó con esta pizza carbonara, aprovechando las sobras de la salsa bechamel que utilicé para la receta anterior, se me ocurrió dar rienda suelta a la glotonería y hacer del viernes noche, la noche de la pizza.
Ésta es una de mis favoritas, y os aseguro que preparándola en casa, nada tiene que envidiar a las grandes cadenas pizzeras, a la vista está el resultado. No sé como la harán ahí, pero de este modo da el pego y es increíblemente deliciosa.
¡Espero que os guste!
- 500 g de masa pan de pizza
- 250 g de salsa bechamel
- 100 g de queso emmental
- 1 Lata de champiñones laminados en conserva
- 150 g de bacon en tiras
- Especias y hierbas aromáticas: C/s de orégano, perejil al gusto
PREPARACIÓN:
Hacemos la masa tal y como se indica en la receta.
Tras el último levado, estiramos sobre un papel de horno con ayuda del rodillo dándole forma redonda.
Meneamos bien con ayuda de una cuchara el sobrante de salsa bechamel.
Espolvoreamos el queso rallado por encima y añadimos un toque de orégano.
Llevamos a la mesa de inmediato.
Éste es el resultado final de nuestra pizza carbonara.
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