Guisantes salteados
Anda que no dí guerra yo de pequeña con los guisantes.
Me hartaba de ver como cada vez que nuestros abuelos nos traían una bolsa con verduras y hortalizas recién cogidas de la huerta, mi hermana se ponía morada hincándole el diente a todo sin reparos.
Las zanahorias o los guisantes tiernos recién sacados de la vaina, eran sus favoritos.
Yo me quedaba mirando para ella casi hasta escandalizada, eran dos de las cosas que más reparo me daba meter a la boca, y que no os quepa duda de que en cierta parte, también era por eso, jajaja.
Pero ya sabéis cómo va todo el tema, dicen que muchas de las objeciones de los niños con algún alimento, es por que ven a alguien de su entorno negándose a ésta comida.
Y por si alguien lo dudaba, era mi madre la que no podía ver los guisantes ni en pintura, me pase toda la vida viendo como los apartaba en los guisos y en las paellas, y yo, repitiendo sus acciones.
Y desde que me emancipé, casualidades de la vida, me encantan. Creo que son una de las comidas que más me prestan, a fácil y rápida no la gana nadie y el resultado es exquisito.
¡Espero que os guste!
Ésta es mi aportación para el reto:
INGREDIENTES:
Mientras tanto, en una sartén calentamos un chorro de AOVE, agregamos el ajo picado y doramos.
Podemos hacerlo también con ajos tiernos, cuando sea la temporada.
Una vez que ha cogido color, agregamos los guisantes, salteamos.
Agregamos entonces el jamón, bajamos el fuego y dejamos que se vaya haciendo poco a poco, salteando.
Mientras tanto, en el mismo cazo con el agua de la cocción de los guisantes, agregamos un chorro de vinagre, llevamos a ebullición, y en ese momento cascamos un huevo para escalfarlo.
Tras 2 minutos, sacamos el huevo, y desbarbamos, retirándole con ayuda de un cuchillo los trozos de claras sueltas que queden.
Emplatamos los guisantes con jamón y sobre estos, el huevo escalfado.
Salamos el huevo (únicamente, ya que los guisantes con el jamón ya tienen el toque salado) y echamos un chorro de AOVE por encima.
Listos para disfrutar de ellos.
Éste es el resultado final de nuestros guisantes salteados con huevo escalfado.
Abrimos el huevo y dejamos que la yema riegue los guisantes.
¡Qué aproveche!
Me hartaba de ver como cada vez que nuestros abuelos nos traían una bolsa con verduras y hortalizas recién cogidas de la huerta, mi hermana se ponía morada hincándole el diente a todo sin reparos.
Las zanahorias o los guisantes tiernos recién sacados de la vaina, eran sus favoritos.
Yo me quedaba mirando para ella casi hasta escandalizada, eran dos de las cosas que más reparo me daba meter a la boca, y que no os quepa duda de que en cierta parte, también era por eso, jajaja.
Pero ya sabéis cómo va todo el tema, dicen que muchas de las objeciones de los niños con algún alimento, es por que ven a alguien de su entorno negándose a ésta comida.
Y por si alguien lo dudaba, era mi madre la que no podía ver los guisantes ni en pintura, me pase toda la vida viendo como los apartaba en los guisos y en las paellas, y yo, repitiendo sus acciones.
Y desde que me emancipé, casualidades de la vida, me encantan. Creo que son una de las comidas que más me prestan, a fácil y rápida no la gana nadie y el resultado es exquisito.
¡Espero que os guste!
Ésta es mi aportación para el reto:
El Reto #Asaltablogs es una divertida manera de conocer blogs ajenos, y tras hurgar por todas sus recetas, cocinar una de ellas dándole nuestra propia versión.
Y de nuevo, dicho y hecho, con la de cosas maravillosas que tiene Maria del blog In my little kitchen tardé bien poquito en decidirme, una receta que me encanta y que se adapta mucho a mi dieta: unos guisantes salteados que estaban buenísimos.
INGREDIENTES:
- 150 g de guisantes
- 1 Diente de ajo
- 1 Huevo
- 1 Paquete de jamón serrano en tacos
- C/s de vinagre
- Agua
- Sal rosa del Himalaya
- AOVE
PREPARACIÓN:
Llenamos un cazo con agua, ponemos al fuego y esperamos a que hierva.
Entonces, echamos los guisantes y cocemos durante 8 minutos aproximadamente.
Mientras tanto, en una sartén calentamos un chorro de AOVE, agregamos el ajo picado y doramos.
Podemos hacerlo también con ajos tiernos, cuando sea la temporada.
Una vez que ha cogido color, agregamos los guisantes, salteamos.
Agregamos entonces el jamón, bajamos el fuego y dejamos que se vaya haciendo poco a poco, salteando.
Mientras tanto, en el mismo cazo con el agua de la cocción de los guisantes, agregamos un chorro de vinagre, llevamos a ebullición, y en ese momento cascamos un huevo para escalfarlo.
Tras 2 minutos, sacamos el huevo, y desbarbamos, retirándole con ayuda de un cuchillo los trozos de claras sueltas que queden.
Emplatamos los guisantes con jamón y sobre estos, el huevo escalfado.
Salamos el huevo (únicamente, ya que los guisantes con el jamón ya tienen el toque salado) y echamos un chorro de AOVE por encima.
Listos para disfrutar de ellos.
Éste es el resultado final de nuestros guisantes salteados con huevo escalfado.
Abrimos el huevo y dejamos que la yema riegue los guisantes.
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