30 de diciembre de 2015

Salmonetes asados al limón

Última receta del año, y la número 200 del blog... Para semejante prestigio no podía usar cualquier ingrediente.
Los salmonetes son un pescado de roca muy reconocido y apreciado en cocina por su intenso sabor.
Tienen un cuerpo alargado y algo aplanado en los laterales. 
Su color depende de la especie que sean, pero normalmente son grises metalizados con ligeros toques rosas, que al desescamar adquieren la tonalidad rosa por completo. 
En el caso de los salmonetes de ración, suelen medir unos 40 cm, y llegan a pesar hasta 1 kg, aunque yo en éste caso he adquirido salmonetes pequeños (conocidos como "de fango") que miden 15 cm y pesan poco más de 170 g.
Como os digo, son muy populares en la cocina, y por ello se pagan un poquito más caro, suelen rondar los 30€ por kg. Así que cuando los ví a no más de diez €, no dude en coger unas cuantas piezas para la cena.
Ésta es una de las formas más sencillas de prepararlos, al horno con aroma de limón.
De ésta manera, se mantiene su sabor, y quedan exquisitamente buenos, dignos de cualquier mesa navideña. ¿Os animáis a probarlos?
¡Espero que os guste!






(2 pax)
INGREDIENTES:

- 4 Salmonetes pequeños
- 1/2 limón en rodajas
- Zumo de 1/2 limón
- AOVE
- Sal
- Mantequilla c/s
- 4 Espárragos trigueros



PREPARACIÓN:

Antes que nada, ponemos el horno a calentar a 200ºC.
En la pescadería conseguimos unos salmonetes frescos. Le pedimos al pescadero que nos los desescame.

Con ayuda de un cuchillo, hacemos un corte horizontal por la parte de abajo del pescado.
Retiramos las vísceras y las agallas.

Cortamos unas cuatro finas rodajas de limón.

Metemos dentro de cada salmonete limpio, una rodaja del limón.

En la fuente de horno en la que vayamos a preparar el pescado, echamos un chorro de aceite de oliva virgen extra. Lo extendemos por toda la superficie.

Disponemos de manera intercalada los salmonetes.

Salamos y le echamos el zumo de limón exprimido sobre ellos.

En cada salmonete, disponemos  un trocito de aproximadamente 10 g de mantequilla.

Metemos en el horno precalentado, y dejamos que se cocinen durante 8 minutos.
Cortamos las puntas de los espárragos trigueros, y las envolvemos en papel de aluminio con un chorrito de aceite y sal. También las metemos en el horno.

Éste es el resultado final de nuestros salmonetes al salir del horno.

Lo colocamos en el plato de presentación, poniéndoles también los espárragos trigueros.
¡Qué aproveche!

Feliz año nuevo a todxs!
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28 de diciembre de 2015

Abeto de pandoro con crema de mascarpone

Antes que nada, quiero desearos a todos unas ¡felices fiestas! 
Estaba claro que estos días, como el resto del mundo iba a estar desconectada del ordenador... Aunque he estado en linea, en mi red social favorita. Una buena mesa acompañada de la gente que quiero.
Ya sabéis esas mesas que tanto nos gustan, repletas de langostinos, un guiso de cordero, cava, bombones varios... 
Éste año, como elemento innovador (que no es que yo haya descubierto América, es simplemente que nunca lo había hecho) hemos tenido éste navideño abeto hecho con pandoro y crema de mascarpone.
Hace un par de semanas, una amiga que regenta un local aquí en León y tiene un cocinero italiano, me mencionó ésta receta y a lo mejor no me creéis, pero me entró la gula, jaja.
El pandoro es un dulce navideño típico en toda Italia, de procedencia en Verona. Es una masa dulce con forma de estrella, normalmente de ocho puntas, con un color amarillento en su interior, debido a los huevos y la vainilla de sus ingredientes. Generalmente no suele ir con ningún relleno,  como es el caso del panetonne, que suele ir con chocolate o frutas. Aunque se han visto diferentes versiones con una capa de chocolate, o con una bomba interior de crema pastelera...
De ésta manera, resulta exquisito. Si ya de por sí el pandoro está buenísimo, con ésta crema, será espectacular! 
¡Espero que os guste!






(8 Porciones)
INGREDIENTES:

- 1 Pandoro con su sobre de azúcar en polvo vainillado
- 150 g de queso mascarpone
- 30 g de azúcar
- 1 Chorro de amaretto
- 200 ml de nata líquida



PREPARACIÓN: 

 Conseguimos un pandoro.
Por estas fechas es común encontrarlo en cualquier supermercado al lado de los panetonnes, turrones, peladillas y otros dulces típicos de estas fechas. También se puede hacer en casa, por supuesto, pero éste necesita de un molde exclusivo para él, y se ahorra más haciéndolo así.

Con ayuda de un cuchillo de sierra, cortamos en cuatro trozos horizontales iguales el pandoro, intentando que queden lo más rectos posibles.

En el bol del robot de cocina, disponemos el queso mascarpone.

 A velocidad media, con la varilla mezcladora, revolvemos el queso hasta que forme una crema.
Agregamos el azúcar.

Incorporamos el chorro de amaretto.

Agregamos la nata líquida y seguimos mezclando hasta que tenga la consistencia que queremos.

Yo he buscado que quedase con la consistencia de una nata semimontada, de esta manera, no tendrá tanto cuerpo como si estuviese montada, y se extenderá mejor.

 Disponemos la base del pandoro en un plato de presentación. Con ayuda de una lengua de cocina, extendemos la crema sobre ella.

Colocamos la siguiente parte del bizcocho de manera intercalada de manera que las puntas de la segunda parte del pandoro estén en medio de las puntas de la base.
La untamos con la crema de mascarpone de igual manera que la base.

Seguimos el proceso hasta finalizar con todo el pandoro.

Por último con ayuda de un colador, espolvoreamos el azúcar vainillado sobre el pandoro.

Si se desea se puede decorar con grosellas rojas, virutas de chocolate...
Éste es el resultado final de nuestro pandoro con crema de mascarpone.

Sencillamente delicioso.

Así es como se ve desde arriba, muy vistoso y bonito, ¿Verdad?
¡Qué aproveche!

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22 de diciembre de 2015

Piña rellena

Éste es un plato típico para las grandes ocasiones. De hecho, la primera vez que comí este plato, fué en el banquete de bodas de mi prima. Nos encantó.
Se puede hacer de infinidad de maneras, con distintos rellenos, sólo es cuestión de vuestros gustos y de darle un poquito a la imaginación.
Además una ventaja que tiene ésta receta sobre algunas más típicas en todas las mesas en Navidad, es que la piña tiene altas propiedades medicinales, entre ellas  la más notable es su efecto diurético y se usa para combatir la obesidad, así que es una buena forma de controlar un poco los festines de éstos días. Una ensalada de mariscos en una piña, una manera como poco divertida de cuidarse.
Además súper sencilla, vistosa y rápida de hacer.
¡Espero que os guste!


Ésta es mi aportación nº 11 al reto:

En el reto Color y sabor de temporada Pilar Monge es la encargada de seleccionar una fruta y una verdura de temporada, que es la qué está en su época de recolección y es su mejor época de consumo ya que se aprovechan al 100% sus cualidades organolépticas. Además es cuando más fáciles son de encontrar los productos, y salen más económicos.
Entonces, todos los participantes elegimos entre una de ellas, y hacemos una nueva receta dulce o salada.
Éste mes se nos dió a elegir:
- Fruta: La piña.
- Verdura: Los puerros.

Llegado éste momento del año, me decidí rápidamente por la fruta, ya que ésta receta es típica para los menús de la festividad de Navidad. De hecho, un año para la noche de Reyes, las hice para mi familia.
Son un gran acierto, la presentación es muy vistosa y bonita, y en conjunto con todos los ingredientes está buenísimo, creerme.
Los rellenos se pueden variar a vuestros gustos, por supuesto, pero algunos de los ingredientes más utilizados son distintas frutas como los aguacates, las manzanas o los melocotones. Pero también se pueden añadir los palmitos, el maíz dulce, los pimientos morrones, huevo duro, coco rallado... También pueden variarse las salsas y cambiar la salsa rosa, por la de yogur, por ejemplo.
Combinándolos adecuadamente podemos crear un plato digno de una celebración como es Nochebuena.





(2 pax)
INGREDIENTES:

- 1 Piña madura
- 1 Cola de rape pequeña
- 4 Palitos de surimi
- 4 Gambones
- 2 Langostinos cocidos
- 1/2 Lechuga iceberg
- Sal
- Salsa rosa



PREPARACIÓN:

Hacemos la salsa de la misma manera que en la receta de Fajitas tierra y mar, aunque ésta vez, no queremos un toque ácido si no dulce así que cambiamos el limón por un toque de caramelo líquido.

Mezclamos la salsa y reservamos hasta su uso en la nevera.

Si como en mi caso, los ingredientes del relleno, los tienes congelados, los dejamos que atemperen fuera de la nevera.

Una vez que hayan descongelado, pelamos los gambones. Reservamos la carne.
En una olla con un chorro de aceite de oliva, doramos las cárcasas de éstos.

Una vez que éstas empiezan a tomar color, agregamos la cola del rape.

Agregamos apróximadamente 500 ml de agua y dejamos cocer en punto de ebullición durante 10 minutos.

Mientras, limpiamos los gambones quitándoles la tripa, y cortamos los palitos de surimi en rodajas.

Sacamos la cola de rape del agua, dejamos que enfríe.
El caldo resultante de la cocción de las cárcasas y el rape, lo colamos y guardamos. Será perfecto como base para sopas o cremas de pescado y paellas.

Desespinamos la cola de rape, y cortamos los dos lomos en láminas finas.
Disponemos en un bol.

Cortamos los gambones en rodajitas, y en un cazo con una gota de aceite de oliva, doramos.

Una vez que se hayan cocinado, los agregamos en el bol junto con el rape.

Después agregamos el surimi.

Procedemos a limpiar la piña.
En el supermercado, le pedimos al frutero que nos dé la más madura que tenga, la que esté lista para el consumo. Una forma buena de ver si la piña está madura y en las mejores condiciones, es tirar de la hoja central de la corona. Si sale, significará que sí, si no, aún estará roya.

Limpiamos la piña quitándole la corona, y si queremos, las partes de los extremos.

Quitamos la parte central de la piña, ya que resulta muy dura y amarga.

Con ayuda de una puntilla y una cuchara, vaciamos la piña.
Reservamos la pulpa.

Cortamos una parte de la pulpa de la piña finamente.

Cortamos la lechuga en chiffonade, que no es ni más ni menos que en juliana fina.

Disponemos todo en el bol con la mezcla de pescado.
Salamos.

Rellenamos la base de las piñas con lechuga.

Después agregamos el resto del relleno.
Lo colocamos un poco de forma bonita, que se vean un par de trozos del marisco, al menos.

En uno de los laterales, colocamos la cola de los langostinos previamente pelados.

Colocamos en la fuente de presentación.
Éste es el resultado final de nuestra piña rellena.

Lo acompañamos con la salsa rosa.

Cada cual que se eche lo que quiera de salsa.
¡Qué aproveche!

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© Andreíta come de todo