Hoy os traigo una quiche especial, la variante apta para vegetarianos que tiene como ingrediente principal las espinacas, por lo que una porción es una gran fuente de antioxidantes, vitaminas y yodo.
Cualquier tipo de estas tartas saladas es absolutamente deliciosa. A mi me encantan y ya os lo he hecho saber al enseñaros otras recetas como la típica quiche Lorraine, la quiche de calabacín y queso de cabra, o la de panceta y queso.
Pero ésta variante es otra de las más conocidas, y es que la Florentine se desarrolló en el reinado de Enrique II en Francia en el siglo XIX cuando su esposa, Catalina de Medici, proveniente de Florencia, daba a conocer su gusto especial por los platos servidos con una cama de espinacas cocinadas con mantequilla a fuego lento. Y como en Francia, hasta entonces no se había consumido especialmente la espinaca , cualquier plato que la llevara por aquel entonces, pasó a denominarse "florentino".
Un bocado espectacular, altamente jugoso debido a ésta verdura y al toque extra que le aporta el queso gruyere.
¡Espero que os guste!
Con ésta receta participo en:
Ésta recopilatorio Desafío en la cocina: Quiches.
INGREDIENTES:
- 1 Placa de masa quebrada
- 300 g de espinacas congeladas
- 1 Cebolleta
- 3 Huevos
- 200 ml de nata para cocinar
- 100 ml de leche
- 250 g de queso gruyere
- AOVE
- Sal
- Especias y hierbas aromáticas: C/s de cayena molida, c/s de pimienta, c/s de nuez moscada
Amoldamos bien, haciendo especial hincapié en los bordes. Pinchamos con ayuda de un tenedor la base.
Y vertemos sobre ellas unas alubias que evitarán también que la masa suba en la primera cocción.
Mientras tanto, comenzamos a hacer nuestro relleno.
Disponemos las espinacas congeladas en un plato, agregamos unas gotas de agua y cocinamos en el microondas a máxima potencia durante cuatro minutos.
Por supuesto, también podemos usar espinacas frescas y hacer ésta misma operación en una sartén, aunque debido a la humedad es mejor usarlas congeladas.
Mientras tanto, seguimos con el resto del relleno.
En una sartén con un chorro de AOVE, doramos la cebolla.
Colamos la espinaca en un escurridor, apretando para quitarle todo líquido sobrante posible.
Vertemos en la sartén y salteamos todo el conjunto.
Una vez que esté bien integrado, retiramos del fuego.
Entonces, y con cuidado debido a su temperatura, retiramos las alubias de la masa, quedando tal que así:
En un bol, disponemos los huevos, junto con la sal y las especias.
Batimos y agregamos la leche.
Batimos, y añadimos la nata para cocinar.
Vertemos las espinacas y la cebolla salteadas, y removemos al instante, para que no se cuajen los huevos.
Con ayuda de un rallador, rallamos directamente sobre la mezcla 3/4 partes del total del queso.
Mezclamos todos los ingredientes.
Otra forma de hacerlo es disponiendo las verduras primeramente en la masa, y después agregar la mezcla de los huevos y los lácteos, de ésta manera la corteza será aún más patente.
Y vertemos en el molde.
Sobre la superficie, rallamos el queso restante, que formará una costra gratinada.
Metemos en el horno y cocinamos de 30 a 40 minutos.
Para entonces, al sacar, éste será el aspecto de nuestra quiche.
Dejamos templar durante al menos 30 minutos en el mismo molde, mientras la quiche se va deshinchando.
Le damos la vuelta con ayuda de un plato amplio, como si de una tortilla se tratase. Desmoldamos y damos la vuelta de nuevo para colocarlo en el plato de presentación.
Y así se ve en su interior, súper cremosa.
¡Qué aproveche!
Que buena esta quiche, no se si es de acelgas o de Espinacas, pero se ve riquisima. Bs.
ResponderEliminarDe espinacas, es deliciosa y queda jugosísima.
EliminarUn beso
Tiene muy buena pinta, tomo nota para hacerla un día de estos
ResponderEliminarNo me cabe duda de que os encantará! Un besin
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