Galletas húngaras decoradas

La semana pasada vivimos uno de esos momentos maravillosos que siempre recordaremos con una sonrisa en la cara.
Seis meses después de que llegara el mundo, hemos bautizado a mi sobrina, mi pequeña ratona: Lucía.

El día 30 de Marzo presenciamos una ceremonia preciosa, en la que ella se portó como un auténtico angelito, un banquete genial con las personas más cercanas reunidas para festejar...
Y yo, me convertí de nuevo en madrina y como no podía ser de otra manera quería celebrarlo con todos los presentes como ya viene siendo costumbre con unas galletas caseras decoradas.

En el bautizo de mi ahijada Elsa me armé de valor e hice unas galletas decoradas con glasa. Era mi primera vez, y suponía un auténtico desafío para mi.
Ésta vez, para la masa he versionado la receta de las galletas húngaras de Lola en la cocina, que tienen una textura muy especial, tiernas y suaves debido a una peculiaridad de sus ingredientes: Se hace agregando yemas de huevo cocidas, lo que también ofrece un sabor muy característico.
Y por supuesto, como siempre, he intentado mejorar lo pasado aprendiendo de mis "errores" y procurando cuidar hasta el más mínimo detalle. Ya lo dije, con la práctica se va cogiendo la maña, y he de decir que he quedado realmente contenta con el resultado.

¡Espero que os guste!

(100 Unidades)
INGREDIENTES:


Para las galletas húngaras:

• 500 g de harina
• 340 h de mantequilla
• 90 g de maizena
• 300 g de azúcar blanquilla
• 3 Huevos
• 6 Yemas de huevo cocidas
• 1 Cdita de esencia de vainilla

En el bol del robot amasador, disponemos el azúcar.
 Agregamos la harina.

También la maizena y los huevos frescos.

Echamos la esencia de vainilla.

Y por último las yemas de huevo cocidas.

Agregamos la mantequilla derretida.

Y ponemos en el robot con el gancho de amasar, a velocidad baja.

Amasamos hasta que todos los ingredientes estén perfectamente mezclados.

Y obtengamos una masa lisa.

Separamos la masa en dos partes, enfilmamos y dejamos reposar en la nevera durante 30 minutos.

Pasado el tiempo, con ayuda de un rodillo extendemos nuestra masa hasta darle 1/2 cm de grosor, aproximadamente.

Trasladamos nuestras galletas a una bandeja de horno con papel sulfurizado, refrigeramos durante 30 minutos.

Metemos al horno precalentado a 180ºC, y horneamos durante 15 - 20  minutos.

Hasta que estén perfectamente hechas, con los bordes bien doraditos.
Dejamos reposar durante 10 minutos antes de trasladarlos a una base firme donde las dejaremos durante 24 horas.

 Repetimos el proceso con el resto de las galletas, hasta que acabemos con toda la masa.


Para la glasa:

Obtenemos las claras de dos huevos.
Con ayuda de una varilla, las batimos un poco.

Agregamos azúcar glass.

Primero con la varilla, y después con una lengua de cocina, mezclamos las claras con el azúcar que sea necesario agregándolo poco a poco hasta que la glasa tenga una textura de pasta de dientes.
Separamos en tantas partes como creamos necesario para decorar nuestras galletas y darle toques de color agregando más o menos colorante alimentario.

Vertemos nuestra glasa en una manga pastelera con boquilla nº3 para el relleno de la glasa.
Utilizaremos la boquilla nº1 para los pequeños detalles de la decoración de nuestras galletas.
Como ese proceso de la decoración con glasa es tan lento y meticuloso, apenas he podido hacer fotos, os enseño el resultado final de los distintos tipos de galletas.

Los bebés en el paño:

Los biberones:
 Y los carricoches:

Éstas se las hice para mi hermano y mi cuñada, especiales para ellos.

Yo coloqué todas las bolsas en una caja de madera para llevarlas al restaurante y entregarlas a cada invitado a la hora del café.

Así fué como iban las bolsitas: Por detrás el bebé en paño y el biberón.

Y por delante el carricoche.

Un bonito y rico regalo.
¡Qué aproveche!