Ensalada de judías verdes, piquillos, huevos y atún

Ahora que ha llegado este momento en el que los días todavía no deciden si son de verano o de otoño, apetece comer algo que se mueva justo en el medio: Platos que no sean demasiado frescos ni demasiado contundentes, recetas ligeras pero reconfortantes, capaces de aportar energía sin dejar sensación de pesadez.

Y ahí es donde entran las ensaladas templadas, un recurso sencillo, versátil y delicioso que nos recuerda que comer sano también puede ser un verdadero placer.

Ésta es una de mis favoritas para el entretiempo, hecha con una combinación de ingredientes básicos que, juntos, se convierten en algo especial:

Las judías verdes recién cocidas, tiernas pero aún firmes, aportan esa frescura vegetal y un color vibrante que ilumina el plato. Los pimientos del piquillo, con su sabor dulce y ligeramente ahumado, son el contraste perfecto: suaves, jugosos y llenos de personalidad. El huevo duro aporta cremosidad y equilibrio, mientras que el atún redondea el conjunto con su toque salado y proteico, haciendo que la ensalada sea nutritiva y saciante.

Puede parecer simple pero acaba siendo pura magia y es que al hacerse con las judías aún calientes, los demás ingredientes se van integrando poco a poco, como si se abrazaran en cada bocado. Es ese punto intermedio entre la ensalada fría de verano y el guiso reconfortante de invierno: Ligera, sabrosa y perfecta para esos días en los que buscamos un equilibrio.🌿✨

¡Espero que os guste!