Éste fin de semana tuvimos de nuevo otro cumpleaños... (¡Madre mía! Parece que no hacemos otra cosa más que cumplir años...)
Ésta vez le tocó el turno a mi amigo Sergio, que cumplía sus 26 primaveras, y como no, yo hice la tarta para el evento!
Me dijo que le apetecía una tarta con crema pastelera, y tras discutir varias opciones, nos decantamos por esta receta, que quedó riquiiiísima!
Además la crema pastelera quedó estupenda, al infusionarla con vainilla y limón tenía un sabor delicioso!
Así que para los más golosos, ésta es una buena forma de quitar la gula.
¡Espero que os guste!
INGREDIENTES:
Para la crema pastelera:
- 750 ml de leche entera
- 4 Huevos
- 180 g de azúcar granillo
- 50 g de maizena
- 300 g de harina
- 1/2 Vaina de vainilla
- C/s de cáscara de limón
Para la base:
- 2 Láminas de hojaldre
- C/s de azúcar granillo
Para la decoración y el brillo:
- C/s de fruta de temporada al gusto: Fresas, kiwis, plátanos y naranjas.
- 2 Hojas de gelatina neutra
- 1 Vaso de agua
- 2 Cdas de azúcar granillo
PREPARACIÓN:
La crema pastelera:
Batimos los huevos hasta formar una capilla de burbujas que indican que está bien batido.
Agregamos el azúcar.
Removemos para disolver el azúcar y agregamos la harina y la maicena de golpe.
Removemos hasta que tenga una textura de crema consistente, como una masa para bizcocho.
Agregamos la leche y removemos hasta que esté todo bien mezclado.
Lo agregamos a la mezcla para la crema pastelera.
Ponemos la mezcla al fuego y agregamos la cáscara de limón.
A fuego fuerte, vamos removiendo hasta que rompa a hervir.
En ese momento bajamos el fuego al mínimo y removemos durante aproximadamente 10 minutos hasta que obtenga la consistencia deseada.
Para guardar la crema pastelera, disponemos una manga pastelera ya con la boquilla deseada. En mi caso una boquilla lisa número 8.
Le damos vueltas de manera que a la hora de verter la crema pastelera no se nos salga.
Lo ponemos en un cazo y le damos la vuelta al extremo para que volcar la crema aquí sea más fácil.
Volcamos la crema pastelera y dejamos que se enfríe antes de meterla al frigorífico.
Yo la hice el día antes para que al reposar en frío tome más cuerpo.
La base de la tarta:
Descongelamos las láminas de hojaldre sobre una base enharinada.
Con un rodillo previamente enharinado, estiramos la masa lo mínimo posible para hacerla del diámetro deseado.
Con la ayuda de un plato, o de un molde, damos forma y tamaño al hojaldre a nuestro gusto.
Yo la he hecho redonda, con un diametro de 23 cm para que me cupiera en la bandeja donde la iba a transportar.
Cortamos y reservarmos los bordes.
Metemos la placa al horno previamente calentado a 200ºC durante unos 15 minutos.
Con éste tiempo bastará para que la masa suba y forme láminas y dore.
Trenzamos éstas dos tiras, para darle al borde un a imagen más bonita y cuidada.
También se pueden hacer los bordes enrollados, como si se tratara de una empanada, o no hacerlos. Ésto siempre es al gusto de cada uno.
Mojamos los bordes de la placa de arriba.
Disponemos encima del agua las tiras y las pegamos.
Espolvoreamos azúcar por encima de ésta para que al meter al horno dore.
El montaje y la decoración:
Tras la cocción en horno, la parte de abajo habrá subido.
Lo cortamos a la mitad.
Con la base, con la parte de las láminas de hojaldre hacia arriba, vamos haciendo bolitas de crema pastelera con la ayuda de la manga, hasta que llenemos la base.
Colocamos encima de la base la otra placa, con la parte de las láminas hacia arriba y sin presionar mucho para que se mantenga la forma de las bolitas.
Repetimos la operación y llenamos la base con bolitas de crema pastelera.
Tras el horneado, así quedo la placa de arriba de la tarta. Bien cocida y dorada pero sin muchas capas debido a los agujeros del tenedor.
La disponemos encima de las otras placas y hacemos bolitas de crema pastelera.
Escoge la fruta que quieras, lo mejor es hacerla con la fruta de temporada, que ahora mismo se encuentre al 100% de sus propiedades.
Limpiamos la fruta y cortamos rodajas.
Primero las fresas.
Después pelamos los kiwis y los colocamos dejando pequeños espacios.
Entre hueco y hueco, disponemos unas rodajas de plátano, previamente pelado.
Entre hueco y hueco del plátano, disponemos unos pequeños gajos de naranjas.
Acabamos el mosaico con unas rodajas de fresas, colocándolas entre hueco y hueco.
Y en el centro, ponemos la punta de una fresa.
Para hacer el brillo de la fruta, ponemos la cola de pescado en agua fría a remojo.
La cola de pescado o colapez es un tipo de gelatina con sabor neutro que se vende en hojas transparentes, y se utiliza como un potente espesante.
Tras unos minutos a remojo, la textura de la genatina pasará a ser viscosa.
En un vaso con agua y azúcar, disolvemos la gelatina y dejamos reposar unos minutos para que tome cuerpo.
Después con la ayuda de un pincel de cocina, embadurnamos las frutas con el brillo.
Ponemos la tarta encima de papel vegetal, y la dejamos en frío hasta la hora de consumo.
Éste es el resultado final de nuestra tarta.
Así quedó el dibujo de las frutas, precioso.
Se notaban perfectamente las capas.
Y así era la tarta al corte. ¡Y que cumplas muchos más Sergio!
¡Qué aproveche!
Si te gusta ésta o cualquiera de mis recetas y la preparas, sube una foto mencionándome en cualquiera de mis redes sociales o bajo el hastagh #AndreítaComeDeTodo para poder ver lo bien que te ha quedado 😊.
Maravillosa la tarta y muy bueno el paso a paso. Estupenda receta!!!
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, creo que esta es la receta con el mejor paso a paso hasta ahora, vamos... unas 50 fotitos! jiji
ResponderEliminarUn besote