¿No os pasa a vosotros, que a veces tenéis la sensación de caer siempre, una y otra vez en la misma rutina, (alimentariamente hablando) y que siempre preparáis los mismos platos?
A mi también me pasa, aunque os parezca mentira y a pesar de las 560 recetas que forman mi blog.
Obviamente, la mayoría de los días cuando cocino no estoy cámara en mano, y de hecho, como todo hijo de vecino, no me libro de preparar comida de un día para otro y de tirar de tupper a la mínima de cambio.
Ensaladillas varias, cremas y pisto, son las favoritas del ranking.
Y precisamente en todas ellas hay un ingrediente que no puede faltar: el calabacín. Y con el que prácticamente nunca salgo de mi zona de confort.
Nunca, y cuando digo nunca, es nunca había hecho el calabacín frito, ¡Y vaya descubrimiento!
Así preparado está buenísimo, y con el relleno de queso es una verdadera delicia. Me sigue sirviendo para salvarme del apuro y por fin he añadido una nuevo modo de prepararlo en mi recetario, ¡Todo ventajas!
¡Espero que os guste!
Con esta receta participo en el reto:
En el reto Color y Sabor de Temporada seleccionamos mediante votación una fruta o fruto seco y una verdura, o semilla, de temporada, que está en su época de recolección y es el mejor momento para consumirlas, ya que se aprovechan al 100% sus cualidades organolépticas.
Además es cuando más fáciles son de encontrar los productos y salen mas económicos.
Entonces todos los participantes elegimos entre una de ellas, y hacemos una receta dulce o salada.
Este mes hemos tenido que elegir entre los arándanos y el calabacín, para mi difícil decisión ya que ambos ingredientes me encantan...
(2 pax)
INGREDIENTES:
- 1 Calabacín
- 100 g de queso fresco o queso feta
- 15 ml de nata para cocinar
- 2 Huevos
- C/s de harina normal
- C/s de pan rallado
- Especias y hierbas aromáticas: C/s de eneldo, perejil al gusto.
- Sal y pimienta negra
- Aceite para la fritura
PREPARACIÓN:
Disponemos en un plato hondo el queso feta, o en su defecto, queso fresco.
Mezclamos.
Cortamos el calabacín en rodajas de algo menos de 1 cm de grosor.
Y vamos formando nuestros sandwiches con ellos.
Repartimos el relleno de queso sobre la mitad de la cantidad total de rodajas de calabacín.
Tapamos cada una de las bases de calabacín con queso con otra rodaja de calabacín.
Repetimos la operación hasta acabar el relleno.
Pasamos por harina.
Después por huevo batido.
Y por último por pan rallado.
Entonces, pasamos a freír en abundante aceite de oliva bien caliente.
Doramos por ambos lados a fuego fuerte y después bajamos un poco el fuego para que se acabe de cocinar por dentro.
Una vez estén listos, pasamos a un plato con papel absorbente, para que recoja todo el aceite sobrante.
Servimos de inmediato.
Y así es como se ven por dentro, al primer mordisco.
¡Qué aproveche!
Entonces, pasamos a un plato de presentación y espolvoreamos un poquito de perejil por encima.
Éste es el resultado final de nuestros fritos de calabacín con queso.
Si te gusta esta o cualquiera de mis recetas y la preparas, sube una foto mencionándome en cualquiera de mis redes sociales o bajo el hastagh #AndreítaComeDeTodo para así poder ver lo bien que te ha quedado 😊
Que cosa más rica. Con tu permiso me lo voy a llevar. Besos
ResponderEliminarVerás que te va a encantar!!! Un besote
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