Toda la vida he tenido un problema con el desayuno.
Empezando porque odio el chocolate soluble y empecé a tomar café desde muy niña, en la época de instituto madrugaba considerablemente y nunca desayunaba hasta el recreo del mediodía, cuando todo era poco para mi hambre voraz.
Desde que vivo con mi pareja lo he cogido por rutina, e incluso por gusto, de hecho algunos fines de semana suelo hacer cositas ricas como tortitas, tostadas francesas o, si estoy muy inspirada, chocolate con churros.
Pero en mi anterior trabajo, cuando me levantaba cada día a las 5 a.m. se me volvía a hacer cuesta arriba el desayunar. Y sin duda, las gachas de avena, o porridge fueron mi salvación para no ir al trabajo con el estómago vacío.
He probado desde entonces, unas cuantas versiones, pero os aseguro que no hay unas gachas de avena igual a éstas que os traigo hoy.
¡Espero que os guste!
Una receta para el reto:
INGREDIENTES:
- 150 ml de leche
- 150 ml de agua
- 60 g de copos de avena
- 15 g de azúcar moreno
- 1 Cdita de sal en escamas
- C/s de leche
- C/s de sirope de arce
Yo en mi caso usaré leche semidesnatada, que es la que tomamos en casa.
Agregamos la sal, que acentuará los sabores.
Llevamos al fuego, hasta que humee y rompa a hervir.
En ese momento, apartar del fuego, añadir los copos de avena y mezclar.
Bajamos el fuego y ponemos de nuevo el cazo en él, de manera que el hervor sea casi imperceptible, pero aún siga caliente.
Cocinamos durante 20 minutos, removiendo frecuentemente, ya que una vez que comienza a espesar, es muy fácil que se pegue abajo.
Cuando apenas falten dos minutos para acabar el tiempo de cocción, agregamos el azúcar moreno.
Reposamos durante un minuto.
Agregamos un chorro de leche por encima de la preparación, de manera que cubra los laterales.
Si vamos a dejar enfríar para consumir más tarde, es importante menear de manera circular el cuenco, para que ésta leche empape también la parte central del porridge, de ésta manera no endurecerá tanto ni creará una costra demasiado dura. Otro truco sería, a la hora de refrigerar, cubrir cada cuenco con papel film "a piel", es decir, tocando directamente el porridge.
Servimos con el sirope de arce cerca.
Y, agregamos un chorrete.
De por sí, no estarán demasiado dulces, así que no tengáis miedo de echar. Además el sirope le da un toque super bueno.
Éste es el resultado final de nuestro porridge.
Nunca lo probé, pero no tiene que estar malo. El sirope de arce a mi me encanta. Besitos.
ResponderEliminarTe animo a que lo hagas, son las gachas de toda la vida.
EliminarPues entonces estás de suerte, por que con el, no hacen más que mejorar. Un besito
Que buena pinta tiene Andrea!! Yo suelo desayunar con cereales pero nunca he probado un porridge, así que me guardo tu receta y en cuanto tenga copos de avena me lo preparo.
ResponderEliminarUn bst guapa.
Pues bien merece la pena saltarse la rutina de los cereales, porque seguro que te va a gustar!! Muchas gracias por tu comentario. Un beso
EliminarDesde luego es un desayuno sencillo pero muy nutritivo! Una idea estupenda! besos!
ResponderEliminarExacto!!! Muchas gracias! Un beso
Eliminar¿Te quieres creer que no he leído Oliver Twist? Pero el porridge sí, últimamente también me he aficionado a él, aunque a mí me gusta con chocolate jijij.
ResponderEliminarGracias por participar un mes más en esta iniciativa, guapísima.
Un abrazo.
😲 Pues es un libro imprescindible! Aprovecha para leerla con tus cachorritos! 😉
EliminarAy, yo las hice con cacao en una ocasión, y no me gustaron nada!!! Me quedo con esta versión!
Gracias a vosotras por llevarla a cabo. Un beso.
Un desayuno sencillo y nutritivo. Y si así no te ibas con el estómago vacío, mejor que mejor.
ResponderEliminarMe encanta la receta que has preparado. Un besote y feliz semana
ResponderEliminar