Si hay una cosa que me llamaba la atención cuando era pequeña, era que yo en mi casa, tenía "que conformarme" con la fruta para después de las comidas y para las meriendas, y sólo se preparaban dulces en ocasiones especiales como cumpleaños o celebraciones similares, mientras que a mis amigas de la infancia sus madres les preparaban postres a diario.
Hablo de natillas, arroz con leche, flanes, gelatinas, o mousses. Todos los días para finalizar las comidas. Es que aún a día de hoy me sigue sorprendiendo.
Ese tipo de postres mi madre sólo lo preparaba en fiestas de guardar, jeje. Puede ser que por su poco dominio en la cocina, o por pereza máxima, cosa que ni juzgo, ni pongo en duda...
Y yo, inevitablemente no puedo dejar de ver estos postres para muy de vez en cuando, pero esta vez la ocasión lo merecía y me he resarcido con una clásica mousse de limón para celebrar mi visita a los abuelos después de varios meses sin verlos.
¡Espero que os guste!
- 150 ml de nata para montar (35% mg)
- 100 ml de leche condensada
- 1 Limón
- C/s de hierbabuena
Es una mousse muy rica, me he encantado la receta.
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