Tengo que confesar, que me cuesta mucho muchísimo tomar ensaladas.
Más en los días fríos que ahora que estamos a punto de que llegue el calorcito, pero aún así, la idea de tomar una ensalada como plato único para comer o para la hora de la cena no es algo que me suela atraer... A no ser que me la preparen.
O, a no ser que sea una ensalada César, que entre todas es la que más me gusta.
Y es que aunque la clásica no lleve ni pollo, ni anchoas, ni mezclum de lechugas ni su presentación sea como la que se nos viene a la cabeza, ésta ensalada ha sabido adaptarse a los tiempos y a los gustos.
Hoy traigo la riquísima receta que certifica una vez más que elaborando las recetas en casa desde cero, el resultado es extraordinario.
¡Espero que os guste!
Ésta es mi aportación al último:
(2 pax)
INGREDIENTES:
- C/s de lechuga iceberg
- 20 g de anchoas
- 1 Huevo
- 50 ml de AOVE
- 1 Cda de vinagre de manzana
- 1 Cda de salsa Perrins
- 1 Cda de zumo de limón
- 1 Pechuga de pollo asada
- Picatostes al gusto
- C/s de queso parmesano en lascas
- 1 Diente de ajo
- Sal
- Hierbas aromatizadas: Pimienta molida, perejil.
Disponemos en el vaso batidor del robot de cocina el huevo y las anchoas.
Trituramos todo junto hasta que las anchoas sean prácticamente imperceptibles.
Agregamos el zumo de limón.
También el vinagre de manzana.
Y también la salsa Perrins.
A velocidad mínima, mezclamos todos los ingredientes mientras vamos agregando el AOVE.
Trituramos hasta formar una salsa emulsionada.
Por último, agregamos un poquito de perejil que le dará el toque de color.
Refrigeramos hasta su uso.
Cortamos la lechuga en juliana.
Disponemos la lechuga en un bol, separando las hojas.
Salpimentamos al gusto.
Conseguimos una pechuga de pollo asado sin piel.
En mi caso, al ser dos en casa, cuando aso un pollo (con mi receta a baja temperatura), siempre solemos dejar la pechuga para usarla es distintos platos después, ya que siempre nos sobra algo, mejor dejar algo a lo que sea fácil sacar provecho.
Cortamos la pechuga en rodajas.
Y echamos en la ensalada.
Agregamos la salsa César que habíamos dejado preparada.
Mezclamos todo para que la salsa impregne cada hoja de lechuga.
Servimos la cantidad necesaria en un plato de presentación.
Agregamos unas cuantas lascas de queso y varios picatostes por toda la ensalada.
Éste es el resultado final de nuestra ensalada César.
A mi me encantan las ensaladas aunque sea en invierno,y una de las que más me gusta es la ensalada cesar.
ResponderEliminarMe gusta tú ensalada,tiene una pinta deliciosa, con esa salsita....ummmm qué rica!!!
Un besito compi
Muchas gracias, besos y feliz verano!
EliminarMe encanta la ensalada cesar, bueno todas, en invierno en verano da igual. La tuya ha quedado estupenda..
ResponderEliminarBesitos...
Muchas gracias! Buen verano!
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