Uno de los ingredientes estrella de estas fechas es el salmón ahumado, que admite muchas formas distintas de incorporación en los distintos entrantes festivos.
Y es que ésta, es la única época del año (Salvo ocasiones especiales) que nos esforzamos por mostrar una mesa decorada y repleta de cosas ricas, elaboradas con mimo y paciencia.
Pero no esta reñida la sencillez con lo apetitoso, y para muestra, éstas tartaletas de salmón.
A mi en especial el salmón ahumado me encanta, adoro el sabor que tiene y si fuera por mi lo metería hasta en las lentejas, jajaja. Pero en casa son un poco más reticentes, y les resulta un sabor muy pesado, además de que el precio que tiene es un tanto alto y no suele formar parte de nuestra lista de la compra.
Pero con estas tartaletas pasa algo especial, y es que al estar rebajado con el queso crema, formando una mousse, quedó tan suave y delicado que incluso ellos no pudieron decirle que no.
Si estáis pensando en hacer unos cuantos canapés para presentar en las mesas navideñas, apuntad ésta receta.
¡Espero que os guste!
Ésta es mi aportación navideña para:
Incorporamos también sobre éste el salmón ahumado.
Por último añadimos mitad la leche.
Es preferiblemente agregarsela a poquitos de manera que podamos rectificar la espesura.
Trituramos ascendiendo la velocidad poco a poco, hasta obtener una emulsión homogénea, prácticamente montada como si fuera una mousse.
Refrigeramos hasta su uso.
Disponemos nuestras tartaletas en el plato de presentación.
En este caso han sido compradas, debido a que no tengo moldes tan pequeños para hacerlas, pero en el caso de querer hacerlas a mano, podemos hacer la masa quebrada salada, tal y como hicimos en la receta de la quiche de panceta y queso, colocarlas en los moldes y cocerlas en el horno hasta que estén doradas y después dejarlas enfríar por completo hasta su utilización.
Rellenamos las tartaletas con la mousse de salmón que hemos puesto en una manga pastelera con boquilla rizada del 12.
Dándole forma de rosetón, repetimos el proceso hasta finalizar con todas las tartaletas.
Ahora abrimos el sucedáneo de caviar.
En el mercado hay un montón de variedades, escoger la que más os guste. Yo me he decidido por ésta tan oscura que resaltará muchísimo en la decoración.
Disponemos un poco del sucedáneo en el punto más alto de la mousse de salmón.
Echamos un pellizquito de eneldo en un lateral.
Servimos inmediatamente.
En el caso de hacerlos con antelación, reservar en el frigorífico.
Éste es el resultado de nuestras tartaletas de salmón.
Unos aperitivos navideños estupendos.
¡Qué aproveche!
Qué bonitas quedan estas tartaletas y además tienen que estar de vicio. Un abrazo
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