¿Soy la única rara que tenía ganas de que llegara Septiembre? Seguro que no, fijo que hay alguien leyéndome con el mismo entusiasmo que tengo yo de pensar en volver a mis rutinas, en recuperar los buenos hábitos; Septiembre es el nuevo Enero dicen algunos y con esa sensación lo recibo yo.
Pero aún quedan días de verano y os traigo una receta que indiscutiblemente marca todos y cada uno de ellos en mi casa.
Y es que a estas alturas, cuando las tomateras dan frutos a tope, y no se da a basto a comer los tomates sin que maduren demasiado, mi madre siempre se marcaba éste guisote para la hora de cenar. Una deliciosa salsa de tomate con los huevos escalfados en la misma, con todo ese sabor...
Un deleite que poco tiene que ver con los verdaderos huevos rancheros que se toman en el desayuno en México, pero ya os lo he dicho, son a nuestra manera. Y a nuestra manera, la receta viene con una advertencia ⚠️: ¡Es indispensable el uso de una buena cantidad de pan para degustarla!
¡Espero que os guste!
- 2 Dientes de ajo
- 1 Cebolla grande
- 4 Tomates maduros
- 4 Huevos
- Una pizca de azúcar
- AOVE
- Sal
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