Cinnamon rolls de Kinder

A punto de agotar los calendarios de adviento y sus chocolatinas, para dar paso a un sinfín de dulces navideños que nos harán salivar al máximo.


En mi casa es muy típico en estas fechas aparte de los polvorones y los turrones (sobre todo del duro y de chocolate) las rocas a los tres chocolates, los bastones de canela (que son unos bizcochitos con mucha canela, y secados al horno con una glasa alrededor que están terribles y que sin duda alguna vez traeré al blog); y sobre todo y ante todo el que para mi es el mejor dulce de todo el año: el Roscón de reyes.

En esta ocasión he querido tentar a la suerte para empezar una nueva tradición y añadir a esta lista los rollitos de canela que tanto me gustan, como sabéis de la primera vez que los hice.

Aunque esta vez la receta es un poco más compleja, o al menos para mi que nunca me había embarcado en el mundo de la masa madre y debo admitir que ha sido todo un reto ya que yo no me considero especialmente "panarra", y sobre todo una satisfacción ver lo bonitos que han quedado y lo ricos que están, con ese glaseado de Kinder.



¡Espero que os guste!







Con esta receta participo en el reto:

En el reto Desafío en la cocina, se nos da un ingrediente o una receta y nosotros tenemos que hacer nuestra propia versión intercalando platos dulces y salados.
Éste mes tan especial como es el de las Navidades, y para un desafío tan especial como es el dulce, hemos tenido que hacer rollitos de canela, aunque no precisamente rellenos de canela. Seguro que vemos muchas y muy buenas versiones en Desafío en la cocina: Rolls dulces.





INGREDIENTES:


Para el prefermento:
  • 30 g de Masa madre
  • 60 ml de leche
  • 40 ml de agua
Para la masa:
  • 400 g de harina de trigo
  • 150 ml de leche tibia
  • 1 Huevo
  • 50 g de mantequilla
  • 60 g de azúcar
  • C/s de sal

Para el relleno:
  • 40 g de mantequilla
  • 100 g de azúcar
  • 1 Cda de canela molida

Para el glaseado de Kinder:
  • 100 g de avellanas tostadas
  • 200 g de chocolate blanco
  • 140 ml de nata para montar 35% mg



PREPARACIÓN:


Para la masa:

Unos cinco días antes, comenzamos preparando la Masa madre de Ibán Yarza. En caso de tener una MM en reposo en la nevera, tan solo tendremos que refrescarla para volver a activarla y poder darle uso.

Disponemos los ingredientes del prefermento, mezclamos y reposamos durante 6 horas.


Para la masa y relleno:

Disponemos el prefermento y todos los ingredientes de la masa en el robot de cocina.
Mezclamos bien hasta que sea una masa elástica y homogénea. Colocamos en un molde engrasado cubierto por un paño de cocina y dejamos reposar durante 4 horas aproximadamente.

Pasado el tiempo, espolvoreamos un poco de harina en la superficie de trabajo y con ayuda de un rodillo estiramos intentando darle una forma lo más rectangular posible para que sea más fácil de maniobrar a la hora de enrollarlo.

Mezclamos la canela molida junto con el azúcar del relleno.

Con ayuda de un pincel de cocina, untamos por toda la superficie de la masa la mantequilla previamente fundida.

Espolvoreamos con la canela y el azúcar.

Y comenzamos a enrollar.

Cortamos los rollitos dándoles unos 3 cm de grosor aproximadamente.

Disponemos en un molde previamente engrasado.
Se le puede dar la forma que queramos, aunque lo más común es disponerlos pegados unos a otros como hice en la receta de rollitos de canela simples en esta ocasión a mi me apetecía darle forma de rosco para simular un roscón para comer con las manos. 

Dejamos reposar de nuevo, tapado con un paño durante 2 horas aproximadamente. Pasado el tiempo nuestra masa habrá doblado su volumen.

Llevamos al horno precalentado a 180ºC.

Y dejamos cocinar durante 30 minutos, hasta que estén bien doraditos en la superficie.

Sacamos del horno, y dejamos reposar en el molde durante 10 minutos antes de desmoldar.


Para el glaseado:

Disponemos las avellanas en el robot de cocina, y trituramos al máximo.

Derretimos el chocolate blanco.

Y mezclamos junto con la nata semimontada.

Agregamos la pasta de avellanas poco a poco hasta obtener una crema uniforme y brillante.
Otra opción es montar todo en el robot de cocina y hacer un relleno más esponjoso, como si de una nata montada se tratase.

Con ayuda de un plato, damos la vuelta al molde con los cinnamon rolls. Una vez desmoldado, damos la vuelta sobre el plato de presentación.

Vertemos bien del glaseado por encima, que se fundirá con el calor residual de la masa recién hecha.

Llevamos a la mesa y dejamos que reposen o podemos comerlos calentitos, eso al gusto del consumidor 😊.

Éste es el resultado final de nuestros cinnamon rolls de Kinder.

Y así de tiernos es como se ven por dentro.

¡Qué aproveche!



En cualquier época los cinnamon rolls molan, pero en Navidad mucho más. Si te gusta esta o cualquiera de mis recetas y la preparas, sube una foto mencionándome en cualquiera de mis redes sociales o bajo el hastagh #AndreítaComeDeTodo para así poder ver lo bien que te ha quedado 😊

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