Para muchos las peras son una de las frutas más prescindibles, y yo sin embargo no puedo vivir sin ellas.
Aunque bien es cierto, las prefiero tal cual, para comerlas mordisco a mordisco, sin mayor preparación previa que la de una servilleta para no pingarme entera, de vez en cuando también me gusta hacerlas en algún postre un poco más llamativo, como puede ser la tarta de pera, o las clásicas peras al vino o también conocidas como peras en salsa obispo que traigo hoy.
Y es que al llegar el otoño no hay mayor manjar a la hora de la merienda. A mi me gusta sobre todo con la salsa de vino dulce aromatizado muy reducida de modo que sea como un caramelo que combina a la perfección con la fruta pero por supuesto, podéis variarla de modo que lo hagáis a vuestro gusto. Mi abuela, de hecho, prefiere que el vino no se reduzca lo más mínimo para servirlo en la mesa justo antes de comenzar el postre😉.
¡Espero que os guste!
- 3 Peras de Roma o de invierno
- 1/2 Litro de vino tinto
- 130 g de azúcar
- Especias y hierbas aromáticas: 1 Clavo de olor, 1 palo de canela, 1 anís estrellado
- Ralladura de 1 limón
- C/s de nata montada
Nunca las he probado, pero seguro estan muy buenas, besos
ResponderEliminaruna verdadera delicia para la merienda.
ResponderEliminarMil Gracias Andrea por pasarte por mi cocina, te mando un gran beso
Rosa
Seguro que estaban muy buenas esas peras , yo me las comería pero sin la nata
ResponderEliminarEste es uno de esos clásicos que hay que preparar...están riquiísimas
ResponderEliminarEsas peras se ven superjugosas, tienen que estar buenísimas. Un gran asalto!
ResponderEliminarNunca las he comido, pero se ven deliciosas, a ver si las preparo un día que me he quedado con la curiosidad. Besitos itos!
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