Cada vez queda menos para la Navidad. Mi ciudad ya está iluminada, con muchísimas luces, árboles, ramos leoneses, los escaparates preciosos... En unos días se hará el sorteo de la lotería, y con él, ya si que nos invadirá el espíritu navideño.
Lo bonito que tienen estas fechas es que todos intentamos ser más generosos, compartir más con la gente a la que queremos, y una de las mejores formas de hacerlo es regalándoles unos dulces hechos a mano.
Yo lo tengo por costumbre, cada año regalo a distintos familiares y amigos elaboraciones típicas de estas fechas como el pan de Navidad, roscón de Reyes o el riquísimo turrón de chocolate. La verdad es que quedas de maravilla, y te lo agradecen mucho más que si le llevas un detalle que se vaya a quedar colocado en una estantería... Eso sí, si están buenos, ya no te librarás de que cada año esperen sus dulces.
Éstas deliciosas trufas se las llevé a los padrinos de mi chico en la comida de los aguinaldos, y, me parece que nunca más me voy a librar, jajajaja.
Un dulce que queda divinamente, y además están buenísimas.
¡Espero que os gusten!
(35 Unidades)
INGREDIENTES:
- 35g de mantequilla
- 15 g de azúcar
- 100 ml de nata líquida
- 400 g de cobertura de chocolate negro
- C/s de cacao en polvo
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos será trocear el chocolate.
Es preferible gastar un pelín más de dinero y conseguir una cobertura de calidad, que nos ayudará a que nuestras trufas tengan un mejor acabado.
Para hacer las trufas, empezamos por preparar la ganache.
En un cazo disponemos la mantequilla.
Agregamos el azúcar.
Echamos la nata líquida.
Removiendo, esperamos a que la mezcla llegue a ebullición.
Una vez que haya hervido, retiramos del fuego.
Agregamos el chocolate que habíamos picado previamente. Tapamos la cazuela y dejamos reposar 30 segundos.
Con ayuda de unas varillas, removemos. Primero lentamente.
Después subimos el ritmo, y removemos mientras se forma la ganache y obtenemos una crema brillante, espesa y oscura.
Con ayuda de una lengua de cocina, pasamos la mezcla a una manga pastelera con boquilla lisa del número 10.
Después sobre la bandeja del horno con un papel sulfurizado, vamos formando las trufas.
Hacemos unos pequeños pegotes, intentando que queden siempre con el mismo tamaño.
Una vez que hayamos acabado con toda la ganache, metemos la bandeja en el frigorifico durante unos 30 minutos.
Una vez hechas las trufas, las pasamos por el cacao en polvo.
Ésto es variable, ya que también se pueden bañar de nuevo en chocolate fundido, o cubrirlas con distintos frutos secos picados, como almendra o pistacho, una opción que me encanta.
Disponemos las trufas para su presentación en mini cápsulas de magdalenas.
Éste es el resultado final de nuestras trufas.
¡Qué aproveche!
Así es cómo se ven al morderlas. ¡Para morirse de buenas!
ummm que ricas Andrea!!!!
ResponderEliminarhace años que no hago las hago...quiero una
Besitos
Pues fíjate como son las cosas que cuando subí la receta tuve que repetirla de inmediato... Y me temo que para Navidad es las repetiré!!! Jijiji son puro vicioooooo
EliminarBesazos
¡si es que estamos a las puertas de nochebuena! con estas trufas la espera será más sencilla
ResponderEliminar¡Besos mil!
Si si, comiendo trufas todo se lleva mucho mejor!!! Jijijiji
EliminarBesos