Hoy vengo con una receta súper sencilla y rápida.
¿Quién no ha tirado de fritanga varia para arreglar una cena? ☝️
Si a esto me contestas que no, sencillamente, no te lo creo. Empanadillas, croquetas, rabas san jacobos... Cualquier cosa vale para salir del paso.
Y a eso vamos, a los San Jacobos. Pero para que los remordimientos sean menos, los vamos a hacer caseros, sabiendo exactamente que es lo que llevan, y como lo llevan. Aunque sí, la fritanga no se la quita nadie pero seguro que no se os remuerde tanto la conciencia. Y si además, lo acompañamos con una ensaladita, como en éste caso de tomates, pues ya no hay resquemor que valga.
A mi me encantan, y desde niña los he visto en casa, y la versión casera es sin duda mi favorita, aún no he visto ningún San Jacobo de compra que con el calor el queso se funda de la misma manera en la que lo hace aquí.
¡Espero que os guste!
(2 uds)
INGREDIENTES:
- 4 Lonchas de jamón de york maxi
- 2 Lonchas de queso emmental
- 1 Huevo
- C/s de leche
- C/s de pan rallado
- Aceite de oliva
PREPARACIÓN:
Con ayuda de un cuchillo afilado, cortamos las lonchas de jamón del york del pack maxi, que es el que viene para cortar envasado del mismo modo que las mortadelas.
Intentamos dejar con un grosor de 0.5 mm aproximadamente.
Sobre una de las lonchas de jamón york, ponemos una de queso emmental.
Y sobre el queso, disponemos una nueva loncha de jamón de york, así obtenemos una especie de sandwich.
Con ayuda de un tenedor, batimos el huevo.
Batimos hasta que empiece a espumar, y agregamos un chorro de leche, para que la mezcla resulte más cremosa.
En otro plato, disponemos el pan rallado.
Primeramente pasamos por el huevo batido.
Después lo empanamos por ambos lados.
Después los reservamos para que el empanado endurezca un poco.
Si nos gusta que el rebozado sea más bien grueso, repetimos el proceso.
En una sartén con aceite bien caliente, freímos los san Jacobos.
Una vez que los bordes comiencen a estar dorados, le damos la vuelta, y freímos por el otro lado también durante unos 3 minutos aproximadamente.
Los servimos acompañados de una ensaladita, en éste caso de tomates cherry.
Éste es el resultado de nuestros San Jacobos.
Así se ve al corte, espectaculares, con el queso fundido cayéndose.
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Uff...qué ricos! Y lo peligrosos que son precisamente por eso...y por lo fáciles que son de hacer...Claro, así te los comes como pipas! jaja ;)
ResponderEliminarUn abrazo!
jejeje Tienes tooooooda la razón! Ay, por que será que siempre nos vamos a esto, si más sencillo todavía es preparar un puré y no hay manera de que nos estre gusa de él... jajaja
EliminarBesos