En mi último cumpleaños, mis amigos me regalaron el aplique de heladera para mi robot de cocina.
Llevaba mucho tiempo con las ganas de él, y ellos lo sabían.
Así que una vez llegado el verano, me he puesto a tope con ella.
Varios sorbetes, helados de chocolate, de chocolate con pepitas de chocolate, de pistachos... Para todos los gustos.
Y no ha habido ni uno que no nos gustara. Es más, con el primer helado que hice, tenía en casa el que solíamos comprar en el supermercado de debajo de casa, que nos encanta; el de capuccino.
Pues bien, una cucharada del que llevábamos comiendo años con gusto, y una de éste helado de vainilla casero.
No os imagináis el contraste de dulce, pero dulce empalagoso que nos probocó el helado de compra, cuando lo comparamos con el de vainilla. No nos habíamos dado cuenta hasta ese momento, de la cantidad de azúcar que nos habíamos estado metiendo al cuerpo.
Todos sabemos que todo lo hecho en casa es mucho mejor, pero en éste caso, es que sinceramente ¡No hay color!
¡Espero que os guste!
INGREDIENTES:
- 1 Rama de vainilla
- 250 ml de leche
- 100 g de azúcar
- 200 ml de nata
- 1 Pizca de sal
PREPARACIÓN:
Ponemos la leche junto con el azúcar al fuego.
Dividimos las ramas de vainilla longitudinalmente, y rallamos el corazón con el filo de un cuchillo para sacar todas las semillas.
Una vez que la leche junto con el azúcar, rompa a hervir, agregamos las semillas de vainilla.
Dejamos cocer por un breve espacio de tiempo sin parar de remover con una cuchara.
Dejamos enfriar apartado del fuego.
Una vez que esté frío, agregamos la nata y también la sal.
Disponemos el aplique para heladera, congelado.
Ponemos la varilla batidora de la heladora y la tapa, y ponemos en marcha, siempre a la minima velocidad.
Introducimos la masa del helado en la heladora en marcha.
Batimos a mínima velocidad durante 20-30 minutos aproximadamente.
A medida que pasen los minutos, el helado irá tomando cuerpo y cremosidad.
Pasado el tiempo, vertemos el helado en un taper, y de ahí al congelador hasta que lo vayamos a comer.
Al sacarlo, con ayuda de un sacabolas, hacemos una bola.
Disponemos la bola en un cuenco, y decoramos con sirope de chocolate.
Éste es el resultado de nuestro helado de vainilla.
Como veís, el helado se deshace en seguida.
La cremosidad es bestial.
¡Qué aproveche!
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Fabuloso, se ve con una cremosidad de 10, todo un clásico que es una delicia,besos
ResponderEliminarMuchas gracias guapa!
EliminarLa verdad que los helados caseros son una pasada! :)
Besos
Que pintaza! y desde luego mucho mejor los caseros, yo también hago helados en casa, exquisitos Besos!
ResponderEliminarMuchas gracias guapa!
EliminarBesos
Me encanta el helado de vainilla! La verdad es que yo también me he vuelto heladófila, y con la heladera se ahorra mucho trabajo, estoy encantada con ella!
ResponderEliminarAy, vivan los cacharritos de cocina! ;)
EliminarMuack
cremoso a tope. A mi me gusta la vainilla, me recuerda a la infancia también. Pero... a mi sobrina ni se lo enseño porque no vaya a ser que se me pegue como una lapa pá siempre y no eso sí que no. Que ya tengo una edad... jajajaja. Muy buena pinta y seguro que espectacular
ResponderEliminarjejeje!
EliminarMuchas gracias guapa!!!
Besos