Todos sabemos que en nuestro país vecino, Portugal, el bacalao es su pescado predilecto, y tienen un montón de recetas con él, a cada cual mejor.
Tratando el bacalao, salándolo y cocinándolo son los mejores, de hecho, dicen que tienen una receta distinta con él para cada día del amo, ahí es nada.
A parte del bacalhau a brás es muy conocida la receta que os traigo hoy, bacalhau com nata o también llamado bacalhau as nata.
Se trata de un pastel caliente, hecho con una capa de patatas y otra muy cremosa de bacalao con leche, que para finalizar se gratina con queso al horno.
¿Suena bien, verdad?
Nosotros estuvimos en Oporto hace algunos meses, no tuvimos la oportunidad de probar el bacalao, pero si que vimos servir unos cuantos, y os aseguro que tenían una pinta fenomenal. La próxima vez que vayamos, no me quedo con las ganas!
Pero bueno, para quitarme ese disgusto, me he hecho ésta verdadera delicia.
¡Espero que os guste!
(2 pax)
INGREDIENTES:
- 300 g de bacalao fresco en su punto de sal
- 250 ml de leche
- 100 ml de nata líquida para cocinar
- 1 Cda de mantequilla
- 2 Cdas de harina
- 2 Patatas medianas
- 1 Cebolla pequeña
- C/s de queso rallado
- Hierbas aromáticas al gusto: Pimienta, perejil
- Sal
- AOVE
PREPARACIÓN:
El bacalao que yo he conseguido en su punto de sal, era fresco, pero también lo puedes encontrar congelado. En ese caso descongelamos.
Limpiamos el bacalao, desespinandolo y quitándole la piel.
En un bol, ponemos el bacalao ya limpio, y añadimos la leche.
Dejamos durante 1 hora aproximadamente, para que el bacalao enternezca más y la leche adquiera su sabor.
Mientras tanto, lavamos pelamos y cortamos las patatas en rodajas finas.
Las freímos en una sartén con abundante aceite caliente.
Reservamos.
Reservamos la leche.
Una vez le hayamos retirado el exceso de líquido al bacalao, con ayuda de un cuchillo lo picamos menudo.
Picamos la cebolla en brunoise.
En una sartén con un poco de aceite de oliva, la doramos.
Entonces, agregamos el bacalao.
Dejamos cocinar unos segundos, y añadimos de golpe la harina.
Cocinamos unos minutos hasta que la harina no sepa a crudo, sin parar de remover, como si hicieramos una bechamel.
Cuando la harina esté bien incorporada, agregamos el toque de color del perejil.
Y poco a poco, agregamos la leche en la que habíamos tenido el bacalao.
Cocinamos sin parar de remover, hasta que la mezcla esté homogénea y tenga el espesor similar al de una bechamel.
Retiramos del fuego, salpimentamos y agregamos la nata líquida.
Mezclamos.
En un plato con bordes, ponemos las patatas que habíamos frito antes en el fondo.
Cubrimos con la farsa del bacalao.
Movemos enérgicamente el plato para que la mezcla se asiente.
Espolvoreamos un poco de queso rallado en la superficie.
En el horno precalentado a 180ºC, metemos nuestra preparación.
Dejamos que cocine durante 15 minutos.
Para degustarlo opte por un vinho verde de Oporto, para que fuera tal y como si estuvieramos allí de nuevo.
¡Qué aproveche!
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Bien no, suena de maravilla :) Qué rico cocinan el bacalao en Portugal, hace poco que me estoy dedicando a descubrir un poco más la gastronomía portuguesa y todavía no me he topado con nada que no me guste.
ResponderEliminarPersonalmente prefiero el bacalao a bras, resulta más ligero, pero la verdad es que este también merece la pena disfrutarlo de vez en cuando, por lo cremoso y delicioso que resulta.
Te ha quedado muy auténtico Andrea :)
Feliz domingo.
A mi el bacalao a brás también me gusta mucho, pero ésta receta y esa no tienen absolutamente nada que ver!!! ésta, como bien dices más pesada para una cena de picoteo con los amigos, y la otra a modo de ensalada cualquier día va bien!
EliminarDe todas las maneras, poquito a poco iré subiendo todas las recetas bacaladeras que hago ;)
Muchas gracias, guapetona!!!! BESOTES